Fiador o avalista en contrato de arrendamiento

¿Qué es un fiador o avalista en un contrato de arrendamiento?

Cuando una persona decide alquilar un inmueble, el propietario del mismo puede solicitar que se le presente un fiador o avalista. Esta figura es muy importante para el arrendatario, ya que permite dar garantías al dueño del inmueble de que se cumpli,rán las obligaciones del contrato.

El fiador o avalista es una persona física o jurídica que se compromete a responder por los pagos y obligaciones previstas en el contrato de alquiler en caso de que el arrendatario no cumpla con ellas. En este sentido, actúa como garante solidario del cumplimiento de las obligaciones estipuladas.

¿Cuáles son las responsabilidades del fiador o avalista?

La principal responsabilidad del fiador o avalista es garantizar el pago puntual de la renta y demás cargas económicas que se deriven del contrato de arrendamiento. Esto significa que, si el arrendatario no paga la renta en los plazos establecidos, el fiador deberá hacerse cargo del pago total o parcial de la misma.

Además, también se compromete a responder por otros gastos asociados al contrato, como pueden ser los costes derivados de reparaciones ocasionadas por el uso habitual del inmueble y cualquier otro tipo de obligación económica prevista en el contrato.

Cabe destacar que, aunque no es frecuente, también puede darse el caso en que sea necesario acudir a la vía judicial para reclamar alguna cantidad pendiente. En este caso, el fiador también estaría obligado a responder por ella.

¿Qué requisitos se deben cumplir para ser fiador o avalista?

Para poder actuar como fiad,or o avalista en un contrato de arrendamiento es necesario cumplir una serie de requisitos. En primer lugar, debe tener la capacidad legal necesaria para asumir esta responsabilidad y no estar incurso en ninguna prohibición legal que lo impida.

También deberá presentar documentación que acredite su solvencia económica, ya que una de las principales funciones del fiador es garantizar el pago de las cantidades previstas en el contrato. Debe contar con los ingresos suficientes para hacer frente a estas obligaciones y no encontrarse en situación de impago o insolvencia.

Por último, es importante destacar que la figura del fiador o avalista no es obligatoria en todos los contratos de arrendamiento. Dependerá siempre de la decisión del propietario del inmueble y de las condiciones particulares del alquiler.

Consejos útiles

  • No comprometerse a ser fiador o avalista sin antes haber leído detenidamente todas las cláusulas del contrato.
  • Asegurarse de contar con toda la información necesaria acerca del inquilino antes de aceptar ser su fiador o avalista.
  • Mantener una comunicación fluida con el arrendatario para conocer cualquier incidencia relacionada con el contrato.
  • Asegurarse de contar con un seguro que cubra posibles contingencias derivadas del contrato.
  • Revisar periódicamente el estado de la vivienda para evitar sorpresas desagradables.

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