Como tributa un arrendamiento rustico 2018

Si eres propietario de un terreno rústico y lo has arrendado a un tercero, es importante que conozcas cómo tributa el arrendamiento rústico en el año 2018. Este tipo de actividad se encuentra gravada por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), y su tratamiento fiscal varía en función del régimen d,e tributación que hayas elegido.

¿Qué es un arrendamiento rústico?

Antes de entrar en detalle sobre cómo tributa un arrendamiento rústico en 2018, es importante definir qué es exactamente. Se trata del alquiler de una propiedad inmobiliaria destinada a actividades agrícolas, ganaderas o forestales.

Régimen general

Si eres dueño de una finca rústica y has decidido alquilarla a través del régimen general, deberás declarar los ingresos obtenidos como rendimientos íntegros del trabajo en tu declaración anual de IRPF. Los rendimientos íntegros son aquellos que se obtienen sin deducir ningún gasto asociado a la actividad.

El tipo impositivo aplicable dependerá del tramo correspondiente a tus ingresos totales anuales. En 2018, el tramo estatal oscilaba entre el 19% para rentas inferiores a 12.450€ y el 45% para rentas superiores a 60.000€.

Además, también tendrás la obligación de presentar trimestralmente una liquidación mediante el modelo 130 y realizar los pagos fraccionados correspondientes, que se calcularán aplicando un tipo fijo del 20% a los rendimientos íntegros obtenidos en el trimestre.

Régimen simplificado

En el caso de que hayas optado por tributar tus ingresos por arrendamiento rústico bajo el régimen simplificado, deberás declar,arlos como rendimientos de actividades agrícolas y ganaderas. Este régimen permite deducir automáticamente una serie de gastos asociados a la actividad sin necesidad de justificarlos individualmente.

Los tipos impositivos aplicables serán los siguientes:

  • 1% para terrenos dedicados al cultivo herbáceo extensivo o a la explotación ganadera extensiva
  • 2% para terrenos destinados a cultivos frutales, cítricos y olivares
  • 5% para terrenos destinados a cultivos hortícolas, flor cortada y plantas ornamentales
  • 6% para terrenos destinados a viñedos u otros cultivos permanentes diferentes a los anteriores
  • 9% para terrenos forestales

Cabe destacar que estos tipos impositivos son meramente orientativos y pueden variar en función de la comunidad autónoma donde se encuentre ubicada tu propiedad rústica.

Deducciones fiscales en el arrendamiento rústico

Aunque no existen grandes deducciones fiscales asociadas al arrendamiento rústico, sí que puedes aplicar algunas reducciones en la base imponible. Por ejemplo, si tu propiedad rústica cuenta con un valor catastral inferior al 50% del valor real de mercado, podrás reducir el rendimiento íntegro obtenido en un 50%. Además, también podrás deducir los gastos derivados de la acti,vidad, como los relacionados con la conservación y mantenimiento de la finca o los impuestos y tasas municipales.

Conclusión

Tributar un arrendamiento rústico puede parecer complejo a simple vista, pero lo cierto es que se trata de una actividad relativamente sencilla desde el punto de vista fiscal. Lo más importante es elegir el régimen de tributación que mejor se adapte a tus necesidades y conocer las obligaciones fiscales asociadas a cada uno. Recuerda que siempre puedes acudir a un asesor fiscal para resolver cualquier duda o problema que puedas tener.

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